miércoles, 21 de agosto de 2013

Siempre tú, tú, tú... siempre en mi mente.

Martes 20 de Agosto de 2013 10:10 PM Con una pareja de Elefantes copulando en mi pecho. El Dr. Eduardo Calixto dice que no es posible pero llevo 4 horas llorando por la decisión que tomé. Te digo esto a ti el habitante consentido de mi corazón. La lluvia se estrella contra la ventana, el cielo me acompaña a llorarte. Las despedidas son así: tristes, por eso no giré la cabeza para ver si me seguía tu mirada ese domingo de manoseos en sitios públicos, playeras tipo polo a rayas azules, suéteres mango, blusas negras, exhibicionismo juguetón y cópula entrelazando las manos, no hubiera tolerado que no lo hicieras. Hoy me siento en total desconsuelo, tengo atorado tu nombre en la garganta, cada letra se retuerce y teje un nudo enorme que me lastima. Todavía no sé qué es lo que tenía que aprender de quererte como lo hago pero tendré que reconocer la lección sin ti. Quiero quedarme y hacerme anciana contigo pero eso sólo sucede en la realidad alterna que construí todo este tiempo, donde estamos juntos y no suceden cosas tristes. -Por fin encontraste a tu loco- Me lo dijeron así con esas palabras 4 personas que no se han visto las caras entre sí, y que te conocen de mi boca curveada en estúpida sonrisa por ti, ha de ser cierto aunque se equivocan un poco porque tú fuiste quien me encontró, el que supo que nuestra amígdala y cortezas prefrontales formaban un rompecabezas perfecto, dicen que nuestros ácidos desoxirribonucleicos si se conjuntaran harían bebés protagonistas de las historias de Stan Lee . A Pelitos le caes muy bien aunque la asustes un poco a veces, eso para mí siempre fue una buena señal, estábamos en el mismo tobogán. Muchas veces me enojé con ella cuando me decía que no eras bueno para mí. Hoy me enteré de muchas cosas que callaste y que por desgracia no se dijeron a tiempo. Creo en que cuando las cosas tienen que ser sólo suceden y por más que hagas por sabotearlas o la vida ponga uno que otro obstáculo, las personas que deben estar juntas así permanecen, mi corazón quiere que nos suceda, mi corazón quiere quedarse junto al tuyo. Mi corazón no conoce otro lugar seguro. Esa tarde que se me desmoronó esa galleta crujiente de jengibre en la boca me supo a todo tú y me puso feliz. Vamos a estar bien, creceremos y envejeceremos y permaneceremos en el recuerdo del otro. Estas palabras son en honor a todos los helados que nunca comimos, las películas que no vimos, los besos que nos guardamos y las peleas que terminaron siempre con perdónames. Te amo, nunca te lo dije porque me daba miedo pero me parece que siempre lo supiste. Felicidad siempre se escribirá con F.