jueves, 20 de febrero de 2014

Jamón o no jamón ¿O por qué prefieren a las rubias?

Ayer fui con una amiga al Superama ubicado en la calle de Horacio, ese que se quemó hace unos años, coincidimos en la zona de Polanco y acordamos comprar lo necesario para preparar la comida. Era ya tarde también nos malcriamos con un producto cada una de la panadería para aguantar hasta la hora de comer, por lo estrecho de los pasillos ella caminaba enfrente de mí, pasamos por la sección de salchichonería cuando la  demostradora de Bernina se acercó a ella y le ofreció con una gran sonrisa un rollito de jamón de pechuga de pavo, cuando me tocó a mí el turno de tomar de la charola el bocado, ella borró de su cara la amplia sonrisa y fingió que no me vio y se dio la vuelta. Alcancé a mi amiga y se lo comenté. Terminamos de comprar y para cerciorarnos que no nos hacía falta nada más, nos dimos otra vuelta, nos encontramos nuevamente a la demostradora de la marca mencionada con la charola nuevamente llena, le ofreció otra vez a mi amiga invitándola a probar la mercancía sonriendo, ella accedió y tomó un segundo rollito y me acerqué, le sonreí y ella con el disgusto dibujado en la cara me negó abiertamente la charola. Y comprobé que me habían discriminado, me baño todos los días, iba perfectamente maquillada y peinada, mis lentes oscuros (los cuales portaba en la cabeza) son marca Coach y mi bolsa es un Kippling, ambos originales, no me huele la boca, tengo un grado universitario, y mastico con fluidez 2 idiomas más aparte del mío, soy amable en mi trato y me vanaglorio de mi educación.  ¿En la capacitación que les dan les dicen que prefieran ser amables con cierto fenotipo? ¿Por qué en Superama en la calle de Georgia en la colonia Nápoles donde he comprado desde que me acuerdo siempre me tratan con amabilidad?
Mi pregunta es ¿Qué tengo que hacer para parecerle una cliente medianamente aceptable a la señorita del jamón?


viernes, 14 de febrero de 2014

Prieti

Prieti
Se fue el miércoles, el tiempo ha pasado tan rápido, los últimos días se fue haciendo más y más flaquita aunque comía todo el día… Ya no me despertaron hoy sus gritos desde la mesa del comedor exigiendo su desayuno antes de las 5:00 am. Sus hermanas la buscan pero ya no les contesta. A pesar de los 300 gramos que pesó el último día de su vida ha dejado un hueco enorme en nuestros corazones hasta su abuela dice que la extraña.
Llegó la noche del 12 de marzo de 1999, estaba lloviendo y su mamá, mi Tisha adorada, daba a luz a su primer bebé en una caja de cartón. Tuvimos que alimentar a mano a esa chillante versión en miniatura de una pantera negra. Era tan chiquita que las fuerzas no le alcanzaron para combatir contra sus hermanas por una chichi de su mamá… Y así creció, ya más grande adoptó un hipopótamo de color azul como su bebé, lo llevaba a todos lados y lo amamantaba para después dormir plácidamente, es el precio que ambas tuvimos que pagar por ser una dueña responsable porque no la dejé tener sus propios bebés. Ni sé qué pasó con ese muñeco lo que sí sé es que fue sustituido por un Santa Clos de nariz roja que se robaba del árbol de Navidad.
Tenía una voz extraña y nos regalábamos grandes charlas desde su cuartel general en la cubierta de la lavadora desde donde dominaba el paisaje. Fue fantástico cuando le robaba los juguetes a Emiliano aun siendo un bebé. “Mi gato de bruja que soy” le decía yo cuando me refería a ella en alguna conversación sobre los muchos gatos que tengo. Me desesperaba mucho porque era tremendamente melosa y la verdad es que muchas veces no la traté bien porque me molestaba su demandante expresión de cariño hasta que mi mamá me dijo: -No seas mala con ella, ella ama igual que tú, tú eres como ella.-  Compartimos manías como arrancarnos el pelo por ansiedad, todo se parece a su dueño dicen y no es nada más que la verdad.
Siempre fue de aspecto menudo pero poderoso, casi no hacía ruido y los últimos meses después de la muerte de la More se buscaba un lugar junto a mí en la cama, dormimos juntas ella enroscada a mi lado derecho. A veces estiraba su manita y me decía: “Mamá acaríciame más” con esos tremendamente hermosos ojos amarillos que sólo se apagaron bajo el efecto del medicamento que se llevó su sufrimiento y agrandó el mío.
Su último día fue normal comiendo desesperadamente su desayuno, tuve que salir a cumplir con algo del trabajo, y mi mamá se quedó con ella, dice que lloraba mucho, y comió un poco, le ofreció agua y también, pero no paraba de maullar, entonces cuenta mi mamá, la tomó en sus brazos por largo rato hasta que ella ya no quiso más, al ponerla en el suelo se estiró plácidamente, mi mamá piensa que quería que la perdonara, no quería irse estando enojada con ella porque ya al final no podía controlar esfínteres y ensuciaba sin quererlo. Es una imagen muy linda que tendré que imaginar porque no pude estar.
Al final como pasa cuando alguien se enferma era pesado hacerse cargo y cuidarla, pero no quise que la durmieran para que yo estuviera más cómoda o porque no me dejaba descansar las noches completas, de eso no se trata el amor, el amor a veces no viene provisto de comodidad.
Bebecita te voy a extrañar, tu voz ronca, tus ojos brillantísimos que no se apagaron ni con la enfermedad. La manera graciosa en la que caminabas arrastrando tu mono de peluche, cómo peleabas por tu comida y tu sonrisa cuando dormías echa un bultito peludo. Tu hermoso pelo negro brillante y todo tu amor para nosotros. Te amo mucho nena.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Por qué a mí sí me importa el Futbol.

Jugar es indispensable en el crecimiento y desarrollo sano de un niño y muy necesario para sacar las tensiones de la vida diaria y mantener la salud (física y mental aunque suene a promo de la Secretaría de Salud) en la vida adulta; se ha descubierto más recientemente que también los animales desarrollan actividades que tienen que ver con el ludismo en el aprendizaje de técnicas de caza, convivencia en la manada, camuflarse y bueno hasta para salir de la monotonía.

 Aunque me gustaba el futbol y me gusta y lo disfruto no era muy apasionada como mi -llamémoslo novio- de entonces que además le iba al América, además jugaba en un equipo de llanero me hizo ver un lado que yo no entendía hasta ese momento. En un país donde el salario alcanza para sobrevivir y muchos hacen una comida al día, era muy importante el futbol, el tener un punto focal donde se volcaran las frustraciones, la alegría, la pasión ¿quién no ha gozado lanzándole improperios al árbitro? Y no sólo el futbol, las luchas y cualquier juego de conjunto hacen comunidad.

El futbol es el que tiene mayor cobertura en medios, y cuenta con otra variable se puede jugar prácticamente con lo que sea, una pelota hecha de trapos, una lata, un balón ponchado, me tocó ver en alguna zona de la Huasteca hidalguense que lo jugaran con una toronja. Ni siquiera tiene que botar, cosa que no se podría hacer por ejemplo para jugar basquetbol.

Cualquier sitio puede ser una cancha, el futbol da ilusión, te une con tus compañeros de equipo con un objetivo, anotar en la portería del contrario. ¿Hay otras formas de entretenimiento? Sí, pero no están al alcance de todos, leer lo descartamos porque dadas las serias lagunas del sistema educativo mexicano pocas, poquísimas personas disfrutan leer simplemente porque no entienden lo que leen, ya no digamos invertir $300.00 o $400.00 pesos en un libro, es incosteable dentro de los presupuestos en los hogares cuya cabeza de familia muchas veces no gana ni el salario mínimo. Un juego de mesa puede llegar a costar más y la temática muchas veces no toca a todos los miembros de una familia, son de perfil selectivo porque además se necesita saber leer y escribir en muchos de ellos para participar, en los que no se requiere de tener desarrolladas estas habilidades. El cine a menos que sea proyectado en la plaza pública es accesible, una entrada de $80.00 por cabeza más palomitas para todos acaba siendo una salida de mínimo $700.00 para una familia de 4, teniendo en cuenta que hay partes de México, no sé cómo decirles esto sin romperles el corazón, que ni a plaza pública y mucho menos cine llegan.

Prender la televisión es casi gratis y en casi todos los hogares de México hay un aparato transmisor, muchas veces conectado precariamente a una batería de automóvil como fuente de energía porque no tienen suministro eléctrico. Esas son las condiciones. He sido hasta comparada con un albañil porque me gusta el futbol y aunque en su momento me ardió un poco el comentario por quien lo vertía no lo soy así que hice las paces con esa persona y me gusta tanto la acepción que la utilizo con frecuencia cada que el equipo al que le voy y la selección juegan. Tengo más puntos de identificación con patear una pelota que manejando en círculos automóviles carísimos y que además hacen mucho ruido, el golf me da una hueva tremenda y aunque también lo juegan las mujeres son las menos; los hombres, la mayoría lo hace porque es un club de Tobi muy bien visto, te da estatus, te da caché. El futbol es democrático también en ese sentido, escritores, pintores, jefes de estado, personalidades de los medios les gusta el futbol, así que no todos los aficionados somos albañiles.

Definir a una persona por la música que le gusta o el deporte al que se es aficionado es una reverenda estupidez. Una ilusión más elaborada y que pertenece a otro nivel de fantasía es el sueño de la Cenicienta, pero en vez de príncipe y hermana-mucama de las otras hermanas hay reclutadores, buscatalentos, clubes, representantes, etc queriéndote poner la zapatilla de cristal, y aunque es un negocio global donde las carretillas de dinero, la corrupción y demás lo tuercen todo (pero díganme qué cosa que tocamos no la torcemos) no ha dejado de tener un cariz democrático, todos tienen la posibilidad de jugar en la primera división, si eres un jugador portentoso alguien lo notará tarde o temprano y te harás millonario.

Somos humanos y también alimenta nuestra psique soñar despiertos, ahí están Maradona, Ronaldinho, Rooney y un largo etcétera, en el futbol se manifiesta el mismo fenómeno que en el box, la mayoría de sus estrellas vienen del pueblo y eso inspira a los niños y no está mal que así sea, lo que está mal es lo de alrededor, las carencias, la desigualdad de la circunstacia en la que esto sucede.

No hay timón, si un niño pobre no puede ir a la escuela, o sí tiene escuela pero sus profesores cof cof cof están manifestándose en otro lado cof cof cof y por ende no tiene clases, pues no es culpa del futbol que se le juegue por esos niños. ¿O estoy mal?

Nació de mi corazón esta nota porque estoy harta de leer que qué bueno que perdemos porque hay problemas más importantes en el país, ser aficionado no debería ser un problema salvo para los cavernícolas que pierden la dimensión y se parten la madre afuera de los estadios, eso no lo entiendo, ni lo entenderé.

Y que México (porque aunque a muchos no les guste nos representan ¿o por qué creen que les tocan el Himno Nacional en cada partido?) la función social de este juego está en que funciona como una válvula, las personas ya están lo suficientemente deprimidas como para encima aparecer con una actitud magnánimamente pendeja e inútil de ¡JA! ¡Qué bueno! Y demás etcéteras, ir o no ir al mundial va arreglar la situación del país, ni siquiera hará un cambio significativo porque es un juego y ya pero sí nos daría un motivo de distracción que necesitamos. "Deja de creer en dios y de rezar porque hay muchos problemas y eso no soluciona las cosas". ¿Verdad que les encabronaría que alguien les dijera eso? Pues estamos igual.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Siempre tú, tú, tú... siempre en mi mente.

Martes 20 de Agosto de 2013 10:10 PM Con una pareja de Elefantes copulando en mi pecho. El Dr. Eduardo Calixto dice que no es posible pero llevo 4 horas llorando por la decisión que tomé. Te digo esto a ti el habitante consentido de mi corazón. La lluvia se estrella contra la ventana, el cielo me acompaña a llorarte. Las despedidas son así: tristes, por eso no giré la cabeza para ver si me seguía tu mirada ese domingo de manoseos en sitios públicos, playeras tipo polo a rayas azules, suéteres mango, blusas negras, exhibicionismo juguetón y cópula entrelazando las manos, no hubiera tolerado que no lo hicieras. Hoy me siento en total desconsuelo, tengo atorado tu nombre en la garganta, cada letra se retuerce y teje un nudo enorme que me lastima. Todavía no sé qué es lo que tenía que aprender de quererte como lo hago pero tendré que reconocer la lección sin ti. Quiero quedarme y hacerme anciana contigo pero eso sólo sucede en la realidad alterna que construí todo este tiempo, donde estamos juntos y no suceden cosas tristes. -Por fin encontraste a tu loco- Me lo dijeron así con esas palabras 4 personas que no se han visto las caras entre sí, y que te conocen de mi boca curveada en estúpida sonrisa por ti, ha de ser cierto aunque se equivocan un poco porque tú fuiste quien me encontró, el que supo que nuestra amígdala y cortezas prefrontales formaban un rompecabezas perfecto, dicen que nuestros ácidos desoxirribonucleicos si se conjuntaran harían bebés protagonistas de las historias de Stan Lee . A Pelitos le caes muy bien aunque la asustes un poco a veces, eso para mí siempre fue una buena señal, estábamos en el mismo tobogán. Muchas veces me enojé con ella cuando me decía que no eras bueno para mí. Hoy me enteré de muchas cosas que callaste y que por desgracia no se dijeron a tiempo. Creo en que cuando las cosas tienen que ser sólo suceden y por más que hagas por sabotearlas o la vida ponga uno que otro obstáculo, las personas que deben estar juntas así permanecen, mi corazón quiere que nos suceda, mi corazón quiere quedarse junto al tuyo. Mi corazón no conoce otro lugar seguro. Esa tarde que se me desmoronó esa galleta crujiente de jengibre en la boca me supo a todo tú y me puso feliz. Vamos a estar bien, creceremos y envejeceremos y permaneceremos en el recuerdo del otro. Estas palabras son en honor a todos los helados que nunca comimos, las películas que no vimos, los besos que nos guardamos y las peleas que terminaron siempre con perdónames. Te amo, nunca te lo dije porque me daba miedo pero me parece que siempre lo supiste. Felicidad siempre se escribirá con F.

lunes, 15 de abril de 2013

2 de abril...

hoy un mes... La primera semana he de confesar la pasé muy mal, la primera semana sin ti la cuento a partir de que enojada de tanto buscarte, tratar de hacerte reír y sumida en una conversación unívoca que se repitió varias veces durante este tiempo, me fui y no obtuve respuesta. Entonces supe claramente que me habías dejado, tomaré el 22 de marzo como la fecha para recordar cuando saliste de mi vida sin siquiera despedirte porque en realidad no sé cuándo fue después de nuestra última conversación el 2 de marzo ¿qué pasó si estábamos bien? Eso sólo tú lo sabes. Tengo varias conjeturas al respecto… que te enojaste por alguna foto que subí reprendiéndote por la falta de apego hacia mí o porque me encabroné al leer que extrañabas a Brenda y no a mí, ¿no se supondría que ahora queriéndome y no estando cerca, tus palabras nostálgicas deberían estar dirigidas a mí? Es claro que no puedo decidir sobre los sentimientos de nadie, eres libre de extrañar a quien tú quieras, lo doloroso aquí es que teniéndome marginada como me tuviste pues lo sentí como una franca agresión y no como una expresión humana y comprensible, ¿soy muy laxa en eso sabes? Aunque reconozco mi enorme capacidad de celar, desde mí sé que es imposible desterrar los recuerdos y en ocasiones los sentimientos por las personas que han atravesado nuestras vidas, sobre todo las significativas y eso no quiere decir que la persona que comparte tu vida en ese momento haya perdido su lugar en el corazón. ¿Pero cómo ibas a saber eso si me conoces muy poco? Eso pienso, pensé en ese momento en que mi corazón y mi orgullo heridos se me desparramaron por los dedos. Esa es otra teoría acerca de tu desaparición, lo bueno de vivirla en esta época es que ningún pensamiento fatalista pudo atravesar mi mente, porque sabía de ti que estabas bien y sonriente, viviendo tu vida, no extrañándome, no queriéndome, no necesitándome, no aplicó entonces el consabido y llevado “no news, good news”, desde que hiciste que nos topáramos en el camino, me ocupaste ese es el término correcto y cuando dejé de servirte te fuiste. Pensándolo bien y con la serotonina ya en niveles medios y en control, sí te odio, te odio porque por tu falta de huevos, por tu ego pendejo o sólo tú sabes por qué no me dejaste ir cuando yo ya no le ví ni pies, ni cabeza a esto que empezaste tú, supongo que porque no te gusta perder, se te nota a leguas en el cuerpo, de lo único que me siento satisfecha es que me puse a favor de nosotros, no sólo de mí, cedí pensando en el futuro común, seguí confiando en ti aún cuando el material para asirme era muy pobre y estaba madreado. La esperanza muere al último dicen todos. Hoy 31 de marzo hace un año justo, me contactaste para compartirme alegría: Es el cumpleaños de mi bebé –me dijiste- y platicamos, fue cuando me sentí un poco parte importante de tu vida, estabas tan feliz que quisiste compartirlo conmigo, ahora tendré que anotar en la agenda de las cosas que quisiera olvidar y que recordaré hasta que me muera porque así soy, 3 cumpleaños que tienen que ver contigo, uno de ellos que me causó uno de los dolores más agudos de mi existencia. Maldita y bendita memoria. Mi deseo de que estés bien es verdadero, espero que encuentres lo que estás buscando para completar el círculo de tu vida felizmente, me deseo lo mismo.

conteo II

Día 27 sin ti, comienzo a escribir a las 4:33 am el cerebro me despierta para que le dé más vueltas al asunto, traidor maldito me dan ganas de redimirlo en quesadillas y cometer antropofagia, has cambiado tu fotografía en el whatsapp, sé que alguien más te dice que te ves bien, sigo acudiendo a nuestra conversación esa que se convirtió en un soliloquio dándome cuenta tarde de esto -ya va para un mes- quiero ver si te veo conectado, la verdad es que no sé por qué lo hago pero no me voy a martirizar con eso otra vez, llegará el momento en que no lo haré más, hablas con desprecio de las gordas en tuiter, no puedo más que ver mi reflejo talla 15 en el espejo y esforzarme para no sentirme agraviada por la misma boca que me dijo muchas veces bonita, no lo logro. No sé qué hice para que te despegaras de mí tan fácil, supongo que te fastidiaste de tu propia farsa, o al final descubriste que una fantasía no se puede elongar tanto. Claro que sufro esta despedida tácita (abandono sería el término correcto que me remite a un perro perdido a propósito a lado de la carretera, eso soy en este momento un perro que no sabe estar sin su dueño) no te necesito contar sobre el síndrome de abstinencia, duele pero no sabes en dónde, sabes cuál es la cura pero ya no está a tu alcance, y me rebasan el enojo, la indignación y la perplejidad, pienso que merecía más, ese más es extenso, por principio creí que volveríamos a estar juntos y platicar, verme en tus ojos -ya te estoy llorando otra vez- reírnos, ejercitar la complicidad, pensaba y recreaba en mi mente el momento en que nos encontráramos otra vez como si fuera la primera vez (oh esa primera vez que te ví) pero ya habiéndonos conocido, cedí, esperé, ofrecí, sacrifiqué, invertí tanto tiempo y esperaba una justa recompensa ¡qué tonta! ¿O qué ingenua? eso de dar sin esperar nada a cambio no es una virtud que posea y hace rato aprendí que no está mal hacerlo. El sentimiento persiste aunque espero en algún momento cercano poder guardar todo en tu expediente y que alguna vez que recurra a él por azar, necesidad o gusto depravado, sonreír al acordarme de ti y que el dolor haya desaparecido, la voluntad humana es a veces insondable, me propuse amarte a pesar de todos los huecos que me dejaba hacerlo y lo conseguí, he dicho muchas veces que el amor espontáneo no funciona, para mí el amor es una disciplina, despojarlo del halo mágico del que inevitablemente lo envolvemos es un acto consciente y responsable, adulto y comprometido, es también apostarle al éxito, si te haces el propósito de que algo funcione y te ajustas a un plan con dedicación generalmente logras tu cometido, no hablo de enamorarte, hablo de enamorarme y mantenerme así a pesar de ti. ¿Crees que no eres cruel? Tal vez no lo eras, aunque más bien pienso que niegas esa parte de ti, ¿A quién le gustaría afirmar la crueldad en sí mismo? O a lo mejor debutaste conmigo, otra cosa que haces bien, no es algo que se deba presumir pero ahí está. Llorarte es un homenaje, a lo que sentimos, vivimos y reímos. Tampoco puede ser eterno, es tu momento de los últimos conmigo.

martes, 2 de abril de 2013

conteo...

Día 26 Otra vez me desperté, tengo que escribir porque no puedo dormir, pensar en ti se volvió una agradable obligación, ahora elaboro respuestas pertinentes, hirientes y contundentes si es que me buscas, si tuviste los huevos de abandonarme después de tanto tiempo sin decirme adiós, pienso que ya los tendras para nunca más hablarme, está bien. Tomaste la decisión cuando viste que podías estar sin mí, supongo que antes no podías, ahora ya valí madre, nunca fui tu mujer, tu mujer duerme contigo, le das de comer, te arregla la ropa, es tu familia y por eso vive contigo, admitiste que yo no tenía lugar en el proyecto de tu vida y no te hice caso desafortunadamente, me dominó el corazón, y tus mentiras... me dijiste que sí me querías pero que eras más miedoso que nadie y un idiota, qué mal que me veas como algo sin valor que ni merecí que te despidieras de mí, supongo que encontraste a alguien más, ni siquiera pensaste en nada más, ahora cómo no voy a pensar que te burlabas, yo creí en todo lo que me dijiste, supongo que es mi hambre de amor, ¿Que estuve con otros hombres? Sí, cuando supe que eso de excitaba, nunca hice algo a tus espaldas y no me hace una puta como te encanta decirme, lo hice por soledad, porque noté que hablabas más conmigo cuando te contaba de eso, saber de ti me hacía feliz y por eso aunque no me gustara cogía con alguien más, tal vez no me creas pero yo sé eso y a estas alturas tu opinión va dejando de ser importante para mí, de verdad espero que me pase, todo este tiempo es lo que más me duele, porque estoy al filo de mi fertilidad, por que en esa circunstancia un año es precioso, ¿Cómo no te importó eso? yo decidí quedarme cuando supe la verdad, pero pensaba en la gratificación de una relación estable en los parámetros que fueran y en que tú tenías satisfecha tu paternidad y en que en esta relación no podía haber testigos biológicos de por medio porque luego ¿Cómo les explicas eso a los hijos? ¿Cómo no dañar a los que ya están y no madrear a los que no crecerían en el seno de una pareja constuida como debe ser? Supongo que por la misma razón que no te importa nada más quien no seas tú como me dijiste. Me duele tanto el silencio y ver que no te importó nada, que no te duelo, eso duele, eso caga.