miércoles, 16 de octubre de 2013

Por qué a mí sí me importa el Futbol.

Jugar es indispensable en el crecimiento y desarrollo sano de un niño y muy necesario para sacar las tensiones de la vida diaria y mantener la salud (física y mental aunque suene a promo de la Secretaría de Salud) en la vida adulta; se ha descubierto más recientemente que también los animales desarrollan actividades que tienen que ver con el ludismo en el aprendizaje de técnicas de caza, convivencia en la manada, camuflarse y bueno hasta para salir de la monotonía.

 Aunque me gustaba el futbol y me gusta y lo disfruto no era muy apasionada como mi -llamémoslo novio- de entonces que además le iba al América, además jugaba en un equipo de llanero me hizo ver un lado que yo no entendía hasta ese momento. En un país donde el salario alcanza para sobrevivir y muchos hacen una comida al día, era muy importante el futbol, el tener un punto focal donde se volcaran las frustraciones, la alegría, la pasión ¿quién no ha gozado lanzándole improperios al árbitro? Y no sólo el futbol, las luchas y cualquier juego de conjunto hacen comunidad.

El futbol es el que tiene mayor cobertura en medios, y cuenta con otra variable se puede jugar prácticamente con lo que sea, una pelota hecha de trapos, una lata, un balón ponchado, me tocó ver en alguna zona de la Huasteca hidalguense que lo jugaran con una toronja. Ni siquiera tiene que botar, cosa que no se podría hacer por ejemplo para jugar basquetbol.

Cualquier sitio puede ser una cancha, el futbol da ilusión, te une con tus compañeros de equipo con un objetivo, anotar en la portería del contrario. ¿Hay otras formas de entretenimiento? Sí, pero no están al alcance de todos, leer lo descartamos porque dadas las serias lagunas del sistema educativo mexicano pocas, poquísimas personas disfrutan leer simplemente porque no entienden lo que leen, ya no digamos invertir $300.00 o $400.00 pesos en un libro, es incosteable dentro de los presupuestos en los hogares cuya cabeza de familia muchas veces no gana ni el salario mínimo. Un juego de mesa puede llegar a costar más y la temática muchas veces no toca a todos los miembros de una familia, son de perfil selectivo porque además se necesita saber leer y escribir en muchos de ellos para participar, en los que no se requiere de tener desarrolladas estas habilidades. El cine a menos que sea proyectado en la plaza pública es accesible, una entrada de $80.00 por cabeza más palomitas para todos acaba siendo una salida de mínimo $700.00 para una familia de 4, teniendo en cuenta que hay partes de México, no sé cómo decirles esto sin romperles el corazón, que ni a plaza pública y mucho menos cine llegan.

Prender la televisión es casi gratis y en casi todos los hogares de México hay un aparato transmisor, muchas veces conectado precariamente a una batería de automóvil como fuente de energía porque no tienen suministro eléctrico. Esas son las condiciones. He sido hasta comparada con un albañil porque me gusta el futbol y aunque en su momento me ardió un poco el comentario por quien lo vertía no lo soy así que hice las paces con esa persona y me gusta tanto la acepción que la utilizo con frecuencia cada que el equipo al que le voy y la selección juegan. Tengo más puntos de identificación con patear una pelota que manejando en círculos automóviles carísimos y que además hacen mucho ruido, el golf me da una hueva tremenda y aunque también lo juegan las mujeres son las menos; los hombres, la mayoría lo hace porque es un club de Tobi muy bien visto, te da estatus, te da caché. El futbol es democrático también en ese sentido, escritores, pintores, jefes de estado, personalidades de los medios les gusta el futbol, así que no todos los aficionados somos albañiles.

Definir a una persona por la música que le gusta o el deporte al que se es aficionado es una reverenda estupidez. Una ilusión más elaborada y que pertenece a otro nivel de fantasía es el sueño de la Cenicienta, pero en vez de príncipe y hermana-mucama de las otras hermanas hay reclutadores, buscatalentos, clubes, representantes, etc queriéndote poner la zapatilla de cristal, y aunque es un negocio global donde las carretillas de dinero, la corrupción y demás lo tuercen todo (pero díganme qué cosa que tocamos no la torcemos) no ha dejado de tener un cariz democrático, todos tienen la posibilidad de jugar en la primera división, si eres un jugador portentoso alguien lo notará tarde o temprano y te harás millonario.

Somos humanos y también alimenta nuestra psique soñar despiertos, ahí están Maradona, Ronaldinho, Rooney y un largo etcétera, en el futbol se manifiesta el mismo fenómeno que en el box, la mayoría de sus estrellas vienen del pueblo y eso inspira a los niños y no está mal que así sea, lo que está mal es lo de alrededor, las carencias, la desigualdad de la circunstacia en la que esto sucede.

No hay timón, si un niño pobre no puede ir a la escuela, o sí tiene escuela pero sus profesores cof cof cof están manifestándose en otro lado cof cof cof y por ende no tiene clases, pues no es culpa del futbol que se le juegue por esos niños. ¿O estoy mal?

Nació de mi corazón esta nota porque estoy harta de leer que qué bueno que perdemos porque hay problemas más importantes en el país, ser aficionado no debería ser un problema salvo para los cavernícolas que pierden la dimensión y se parten la madre afuera de los estadios, eso no lo entiendo, ni lo entenderé.

Y que México (porque aunque a muchos no les guste nos representan ¿o por qué creen que les tocan el Himno Nacional en cada partido?) la función social de este juego está en que funciona como una válvula, las personas ya están lo suficientemente deprimidas como para encima aparecer con una actitud magnánimamente pendeja e inútil de ¡JA! ¡Qué bueno! Y demás etcéteras, ir o no ir al mundial va arreglar la situación del país, ni siquiera hará un cambio significativo porque es un juego y ya pero sí nos daría un motivo de distracción que necesitamos. "Deja de creer en dios y de rezar porque hay muchos problemas y eso no soluciona las cosas". ¿Verdad que les encabronaría que alguien les dijera eso? Pues estamos igual.

1 comentario:

  1. ¡Qué padre leerte! Habemos personas para las que el futbol es todo, es la vida, en mi caso; vivo del futbol de cierta forma. Sin embargo, coincido por completo contigo referente a que debe ser una válvula de escape, debe ser alegría, gozo, pasión pero divertida.
    El futbol en México genera miles de empleos y además millones de pesos, parte de ese dinero es invertido en salud y educación, dos de los temas que requieren más atención y demanda en nuestra población.
    En fin, padre leer alguien que aprecie así de simple a mi gran amor: el futbol.

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